Lise Meitner

   Aunque Marie Curie rechazó su solicitud para entrar en su laboratorio, Lise Meitner terminaría siendo una de las damas que contribuyó de forma más brillante a entender los procesos y reacciones que tenían lugar en el núcleo atómico. Nació en Viena en 1878 en el seno de una familia judía, siendo su padre abogado y su madre pianista, pero fue educada en el protestantismo. Por esa época se consideraba que la educación para las mujeres debía terminar a los catorce años, pero Lise se había empeñado en estudiar física.

No obstante, no pudo matricularse en la Universidad hasta no haber obtenido un título que le permitiera dar clases de francés, pues su padre consideraba que una señorita podría ganarse mejor la vida dando clases de francés que de física. En 1901 Lise pudo matricularse al fin en la Universidad de Viena y en 1905 fue la segunda mujer en obtener un doctorado en esa universidad. Allí asistió a las clases de un profesor que habría de condicionar su vida, Bolztmann, que le enseñó que la física era el afán de llegar a conocer la verdad absoluta. Haciendo suya esa idea, Lise dedicó su vida al estudio de la física. Tras doctorarse y no pudiendo trabajar en el laboratorio de Marie Curie, Lise fue admitida en los cursos que se impartían en Instituto Max Planck de Berlín. Allí conoció a Otto Hahn que acababa de abrir un laboratorio para el estudio de la radiactividad. Este laboratorio estaba ubicado en el Instituto de Química dirigido por Emil Fisher, químico orgánico que tenía tajantemente prohibido el acceso de las mujeres a su instituto; no obstante Fisher accedió a que Lise trabajara en un taller inicialmente destinado a un carpintero. Ese fue el comienzo de una colaboración científica entre Hahn y Meitner que se prolongaría durante más de treinta años y que resultaría muy fructífera, especialmente para Hahn. Así, durante la Primera Guerra mundial descubrieron juntos el protactinio, mérito que se atribuyó fundamentalmente a Hanh a pesar de que Lise, que trabajaba como enfermera, había hecho casi todo el trabajo pues él estaba en el frente. Tras la guerra mejoró notablemente el estatus de las mujeres en Alemania y así, en 1926, tras superar unas oposiciones, Lise fue la primera mujer alemana que obtuvo una cátedra de Física. Eso sí, se trataba de cátedra extraordinaria sin plaza ni sueldo. Las cosas cambiaron drásticamente para Lise con el ascenso de Hitler al poder en el año 1933, cuando los no arios tuvieron que abandonar sus puestos académicos. Otto Hahn fue el encargado de comunicar a Lise que por su condición de judía, tenía que abandonar el Instituto. El hecho de tener la nacionalidad austriaca evitó que tuviera que abandonar Alemania inicialmente, peor cuando Austria fue invadida, tuvo que huir precipitadamente de la persecución nazi. Se fue a Suecia y estando allí interpretó los resultados de unos experimentos que Otto Hahn había realizado tras su marcha y para los cuales no Otto no encontraba explicación, por lo que pidió ayuda a Lise

 

 

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Lo que no habían sabido ver Irène y Frederic Joliot-Curie u Otto a pesar de haber realizado los experimentos que lo ponían de manifiesto, lo vio claramente Lise desde su difícil posición en el exilio: se había producido un proceso de rotura del núcleo, una fisión nuclear. Por este descubrimiento Hahn recibiría en 1944 el premio Nobel de Física en el cual Lise no fue mencionada ni por el comité ni por el ganador. En las entrevistas subsiguientes Hahn no mencionó nunca a Meitner, pareció olvidar los 30 años de colaboración y su contribución definitiva para explicar el proceso de fisión.

 

 

Mientras que estaba en el exilio, como descubridora del proceso de fisión nuclear, fue invitada a participar en el proyecto Manhatan que llevaría a la construcción de la bomba nuclear por parte de los aliados. A pesar de haber sido perseguida por los nazis por su condición de judía, Lise se negó tajantemente a participar en cualquier proyecto cuyo objetivo fuera la construcción de armas. Tras ser “olvidada” en la concesión del Nobel, Lise tuvo dificultades para conseguir financiación para desarrollar proyectos de investigación, no obstante la relación epistolar con Otto Hahn continuó hasta la muerte de éste. Lise se negó a volver a Alemania tras la guerra, continuó trabajando en Suecia hasta que 1960 se retiró y se fue a vivir a Cambridge, con su sobrino Frisch, también físico con el que había colaborado.

©Adela Muñoz Páez, 2009