VENTILACIÓN MANDATORIA INTERMITENTE ( I M V / S I M V )
Las primeras aplicaciones de este modo aparecieron recién iniciada la década de los setenta en niños con Síndrome de Distrés Respiratorio. Poco tiempo después Downs lo aplica en los adultos pero orientado como técnica de desconexión del paciente al respirador y a partir de entonces esta técnica de ventilación mecánica se generaliza. A partir de 1975 ya aparecen publicaciones donde el modo IMV, no solo se utiliza como técnica de desconexión, comenzandose a utilizar como alternativa a la ventilación asistida.
El objetivo de la Ventilación Mandatoria Intermitente es facilitar el destete del paciente, y para ello le va a permitir realizar respiraciones espontáneas intercaladas entre las respiraciones mandadas por el respirador.
En el respirador se ajustarán un determinado número de respiraciones mandatorias (mandadas por el respirador con independencia de la voluntad del paciente), las cuales aplicarán un determinado volumen corriente previamente ajustado, pero con independencia de ello y durante el periodo de tiempo entre las ventilaciones mandatorias, el paciente tendrá la posibilidad de realizar respiraciones voluntarias, las cuales van a proporcionar un volumen de aire que estará en función del gradiente de presión que éste sea capaz de lograr mediante su esfuerzo inspiratorio.
En este modo ventilatorio, el volumen minuto va a estar determinado por la frecuencia respiratoria mandatoria (fIMV) multiplicada por el volumen corriente preajustado mas la suma de todos aquellos volúmenes que el paciente pueda inspirar en sus respiraciones espontáneas.
No debemos de olvidar que si bien el paciente puede realizar respiraciones espontáneas, no es menos cierto que aun no estando en las mejores condiciones físicas tiene que salvar dos importantes dificultades antes de notar el aporte de aire que demanda con su esfuerzo inspiratorio. La primera dificultad que va a encontrar es el Trigger, el cual tiene que salvar antes de que el ventilador le permita inspirar un volumen de aire, por lo tanto en esta modalidad el trigger deberá permanecer en el menor grado de dificultad posible sin llegar al autociclado del ventilador. La segunda dificultad la presenta la resistencia al paso del flujo que presenta la tubuladuras del respirador, así como la cascada, filtros de humedificadores y el propio tubo endotraqueal, por ello en los modernos ventiladores disponemos de un mando donde podemos aplicar una fuerza conocida sobre el reservorio, para que en el momento de la respiración espontánea se produzca una determinada presión positiva que ayudará a salvar este obstáculo aumentando el gradiente de presión entre el reservorio y el paciente. A este modo se le denomina IMV con Respiración Espontánea Asistida, generalmente en los ventiladores nos encontraremos un mando que nos indica con sus siglas en inglés "ASB" (Assisted Spontaneous Breathing), este mando lo podemos graduar en una escala que va desde 0 hasta 80 milibares, siendo lo más usual ajustarlo entre 10 y 20 mbar.
En definitiva, el aparato se hace cargo parcialmente del trabajo inspiratorio, conservando no obstante el paciente el control sobre la respiración espontánea, no existiendo ninguna limitación de volumen o tiempo.
La IMV presentó problemas de incoordinación entre el momento en que se iniciaba la respiración mandatoria y las respiraciones espontáneas, de forma tal que si el paciente realizaba una respiración espontánea, y antes de acabar su tiempo espiratorio se iniciaba una respiración mandatoria, provocaba un aumento considerable de volumen corriente y consecuentemente un aumento peligroso de presiones en vías aéreas, todo lo cual provocaba la desadaptación del paciente a este modo.
Se observa la asincronía entre las respiraciones. espontáneas y la embolada mandatoria. Puede ocurrir que sin dar tiempo a terminar la fase espiratoria espontánea, se inicie una nueva fase mandatoria.
Por ello nace la SIMV - VENTILACIÓN MANDATORIA INTERMITENTE SINCRONIZADA....