Emy Noether

   En la Alemania de finales del siglo XIX el ambiente era muy poco favorable a la presencia de mujeres en las academia; así el escritor Wolzogen publicó El tercer sexo, según el autor el de las mujeres cultivadas, August Strindberg dijo que una mujer profesora supone un fenómeno pernicioso y desagradable, incluso me atrevería a decir que una monstruosidad y Paul Moebius, un médico muy bien considerado por Freud, publicó un trabajo Sobre la debilidad mental de las mujeres. En ese ambiente nació y creció uno de los matemáticos más brillantes y creativos de todos los tiempos: Se llamaba Emy Noether.  (leer completo)