En los ventiladores de uso actual –volumétricos-, no disponemos de un mando especial para el ajuste de la presión. No obstante algunos respiradores -Serie SERVO 900 de Siemens- poseen una válvula por la cual regula la PRESION DE TRABAJO DEL VENTILADOR. Esta válvula que generalmente se encuentra regulada a 60 cm de H2O, no debe ser variada salvo por expresa orden del clínico en aquellos casos que así lo requieran. Esta válvula impedirá que se alcancen presiones por encima de 60 cm H2O en el árbol respiratorio, siendo ésta una válvula de seguridad.

                La monitorización de las presiones que se alcanzan en las vías aéreas es indispensable para el cuidado del paciente bajo la VM, cualquier modelo de ventilador va a disponer de manómetro encargado de medir estas presiones, y un lugar en el cuadro de mandos donde se nos indicará en todo momento la presión que se está ejerciendo en las vías aéreas del paciente. Junto a esta monitorización disponemos de una ALARMA DE PRESIÓN MÁXIMA (visual y acústica), previamente a la conexión del paciente al ventilador, tendremos que ajustar el límite de presión que le vamos permitir alcanzar, y se activará esta alarma cuando se superen las presiones  indicadas dentro de las vías aéreas.

                Hoy día se dispone de ventiladores que son capaces de modular el flujo de gas durante el momento inspiratorio de forma que no se alcancen las presiones ajustadas en la alarma, salvando así el obstáculo que podría suponer un parénquima pulmonar con poca capacidad elástica.

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