Sor Juana Inés de la Cruz, nació en el año 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca, en el virreinato de Mexico. Hija ilegítima de una criolla y un capitán español, fue niña prodigio que con engaños y zalamerías consiguió que la maestra de sus hermanas mayores la enseñara a leer cuando contaba escasamente tres años, a los ocho compuso una loa al Santísimo Sacramento, y a los diecisiete dominaba todos los géneros y métricas de la literatura española de la época. También desde joven, dominaba el latín con absoluta maestría.
Su brillante inteligencia y su facilidad para la composición de versos deslumbraron a todos en la corte del Virrey, pero su denodado afán por saber y por cuestionar todo lo conocido, incluidas las sutilezas teológicas, la llevó a enfrentarse con la Inquisición en una batalla tan desigual como injusta. En la derrota no perdió la vida sino algo para ella más preciado: el derecho a leer y a escribir.