Irène Joliot-Curie

   Irène Joliot-Curie nació en Paris en 1897, cuando sus padres [Marie y Pierre Curie] hacían grandes descubrimientos en radioactividad, creció con ella y dedicó su vida a estudiarla. Con apenas 17 años fue la principal colaboradora de su madre cuando montó los sistemas móviles para realizar radiografías a los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial.

En 1926 se casó con Frédéric Jolliot, que había acudido al laboratorio de Marie para trabajar en la radioactividad, y comenzaron una colaboración tan fructífera como la de sus padres. Por expresa decisión de Frederic ambos adoptaron el nombre Jolliot-Curie.

Estudiando la radiación del berilio excitado con partículas α, encontraron un efecto inusual a partir del cual James Chadwick descubrió el neutrón. Irène y Frederic recibieron el premio Nobel en 1935 por el descubrimiento de la radioactividad artificial.

Descubrieron, pero no identificaron inequívocamente, un isótopo radioactivo del Lantano. Analizaron los productos obtenidos al bombardear el Uranio con neutrones lentos, pero no identificaron el nuevo proceso de fisión nuclear, que si entendería perfectamente la física austriaca Lise Meitner.

Por las enseñanzas que le transmitió su abuelo y a diferencia de su madre, Irene fue una activista en muchos campos, siempre desde posturas marcadamente socialistas. Irène y Frédéric formaron parte de la resistencia durante la segunda guerra mundial. Asimismo Irene luchó para conseguir el voto para la mujer, y participó en la creación del sistema de investigación en Francia, a partir del cual surgiría el CNRS. Pero tras la segunda Guerra Mundial, tanto ella como su marido fueron victimas de la “caza de brujas” que se desató en Francia tras la contra los comunistas

Ambos murieron muy jóvenes, más aún que Marie, víctimas de leucemia.

 

©Adela Muñoz Páez, 2009